lunes, 2 de julio de 2012

Y LLORAN LOS QUE MURIERON




¿Se trataba de cocinar esperanzas?
El brujo de apartado /  postal,
en el buzón de la entrada,
comió carcajadas;
bebió lágrimas de entrega inmediata.

Ayer / hoy / mañana / cantará su victoria
colgado
de las alas de un pelícano traga monedas,
el de la peña empinada.

¡Oh! Qué triste;
sucumbió el águila que devoraba  serpientes...
Víboras de lengua larga,
multiplican y suman ya sus mentiras
restando enlutadas lágrimas de los que murieron
creyendo,
que las esperanzas se comían.

©  María Ayala