lunes, 25 de abril de 2011

HAY ALGO MÁS



Hay días tan análogos, parece que el tiempo no ha pasado.
Los minutos están estáticos, colgados de los hilos de la nada. Voy caminando sin dejar de mirar el horizonte que en momentos me manifiesta que transito por un desierto interminable. No alcanzo a ver el cielo y aferrarme a la certeza de que existe un fin donde se duerme para dejar de pensar.

Cuánto afán masticado a diario sin tragar; planes que forjé y escupí en el camino se petrificaron con mis huellas, todo va hundiéndose en la incertidumbre.

Amo la vida porque con ella conocí la Poesía, paisaje maravilloso de estrellas que cobijaron mis soledades; de lunas que enjugaron mi llanto, ¡ah! y los abrazos con los que el Sol mitigó el frío que me dejó el desamor. Pero estoy detenida en el tiempo entre días tan parecidos que parece que mis venas están igual de vacías que mis sueños y me taladra la voz de mí misma que salta de mis manos y reclama que no llegué aquí sólo para escribir poesía.

Hay algo más pero dónde…

María Ayala ©